miércoles, 16 de septiembre de 2009


EL APRISMO DE JAVIER VELASQUEZ
Por: Victor Enrique Becerra Murillo

Enorme distancia hay entre el premier Javier Velásquez Quesquen, con aquel hombrecito natural de Ciudad Eten, que soñaba algún día ostentar el poder, que hoy ha logrado. Reconozco que llegar al sitial en que se encuentra no es fácil. Ha requerido de dedicación, esfuerzo y tenacidad. Al César lo que del César y a DIOS, lo que es de DIOS. Honor al mérito. Lo que resulta controversial, y hasta cuestionable es que, una vez alcanzado el objetivo se ha transformado en el político que pretende acaparar todo para él y nada para sus compañeros. En otras palabras, aquel aprista que ose enfrentarlo, debe atenerse a las consecuencias, tendrá que sufrir el "destierro político", es decir no podrá ocupar cargo público alguno, mientras el Cacique siga en la cima del poder. Muchos comentan que Velásquez Quesquén, ha formado un grupo compacto dentro del Partido Aprista Peruano -PAP, capaz de trastocar incluso los cimientos ideológicos del aprismo. Esto se resumiría de la siguiente manera: "El compañero que me apoya, es un verdadero aprista, aquel compañero que me cuestione o se oponga a mi desempeño político, no es aprista". El fundador del aprismo Víctor Raúl Haya de la Torre, llamó siempre a la unidad, a la célebre fraternidad como sustento de fortalecimiento y crecimiento político. Sin embargo, algunos que se consideran sus "seguidores", hacen en la práctica todo lo contrario. De la boca para fuera se consideran apristas hasta los tuétanos, pero saben a ciencia cierta que su conciencia, que su corazón, que su mente, opta de manera diferente a la doctrina que les legara Haya. En estos momentos las hordas velasquinas han obligado "renunciar" al jefe de Pro Joven, Elar Vallejos, quien ha sido considerado como el mejor a nivel nacional, tanto así que el Ministerio de Trabajo lo ha trasladado a Lima, en mérito a su buen desempeño. ¿Cómo se explica que un funcionario considerado el número uno en su campo, sea forzado a renunciar? ¿Porqué no se saca a los funcionarios apristas incapaces e inmorales? ¿O es que se pretende premiar a los sinvergüenzas y castigar a los apristas honestos? Hay apristas firmes en su convicción, quienes deben dar la cara, emplazando directamente a quienes trafican con los cargos públicos, a quienes se aprovechan del poder para malograr matrimonios o de la desesperación por trabajo para saciar sus bajos instintos. Los auténticos apristas tienen que rebelarse a este tipo de manejo oscuro y mafioso. Tengan presente a los mártires que ofrendaron sus vidas por un ideal de Justicia y de Pan con Libertad. ¿Cuántos "apristas" traicionaron al PAP y hoy ocupan cargos importantes en la administración pública? ¿Qué clase de apristas son aquellos que se fueron con el fujimorismo, y hoy ganan suculentos sueldos? ¿Por qué se margina a los apristas consecuentes y honorables? ¿A quién le conviene tener desplazados a los honrados y consecuentes? No al velasquino dentro del aprismo.
Publicado en el Diario el Correo ( Domingo 13 de setiembre )